En primer lugar, deberán estar disponibles nuevos
programas de formación estructurados sobre la
Psicología Digital, que podría traducirse para las universidades en una
materia fija en la licenciatura de tres años, además de una
maestría dedicada, y para las
escuelas de psicoterapia en enseñanzas específicas sobre el uso de herramientas digitales en la práctica clínica y terapéutica.