REALIDAD VIRTUAL EN INTERVENCIONES PSICOLÓGICAS BASADAS EN LA AUTOCOMPASIÓN
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REALIDAD VIRTUAL EN INTERVENCIONES PSICOLÓGICAS BASADAS EN LA AUTOCOMPASIÓN
En las sociedades occidentalizadas (también como resultado de las religiones relativas presentes en ellas) es normal que el desarrollo educativo incluya siempre la enseñanza de actitudes de comprensión hacia los demás, más que de crítica y juicio.
Curiosamente, sin embargo, este enfoque, que se basa en la aceptación del hecho de que los fracasos y las limitaciones son una característica esencial de la experiencia humana, casi nunca subraya la importancia de reservar esa compasión también para uno mismo.
Esto es desafortunado ya que la autocompasión, la “capacidad del individuo para responder al propio sufrimiento con calidez y el deseo de aliviar el dolor” (Neff y Dahm, 2015), se ha correlacionado con mejores relaciones sociales, un aumento de la inteligencia emocional. , felicidad y un consiguiente mayor grado de satisfacción general con la vida. El aumento de este bienestar psicológico ha sido medido incluso por la psicóloga estadounidense Kristin Neff, quien creó la Escala de Autocompasión (Neff, 2018).
Pero eso no es todo: los estudios sobre la autocompasión han demostrado cómo esta práctica es eficaz para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión (Kirby et al. 2017), subrayando así también sus propiedades terapéuticas.
Hay que decir, sin embargo, que uno de los requisitos fundamentales para aprender a ser autocompasivo es el aprendizaje de técnicas meditativas similares al mindfulness. Pero crear, inspeccionar y transformar imágenes mentales (que son las tres acciones fundamentales previstas por la meditación) , no es simple y en cualquier caso no está al alcance de todos. En particular, en sujetos cuya capacidad imaginativa es pobre o temporalmente comprometida por un estado general de malestar psicológico, esto podría constituir un obstáculo importante.
Un estudio de la Universidad de Valencia, España (Cebolla et al. 2019), demostró que el uso de la realidad virtual (VR) puede ser útil para superar esta limitación porque facilita el potencial imaginativo de las personas. La VR, de hecho, puede considerarse una forma experiencial tan efectiva como la realidad física para inducir reacciones cognitivas, emocionales y conductuales.
En este caso particular, el estudio utilizó la técnica del embodiment, es decir, la posibilidad a través de la realidad virtual de “llevar” un cuerpo distinto al propio. Este paradigma genera la llamada “Ilusión de cuerpo completo” (Ehrsson, 2007) que, a través de la sensación de entrar en un cuerpo virtual diferente al propio, influye en varios aspectos de la percepción y experiencia del cuerpo. En otras palabras, la realidad virtual demuestra un potencial adicional, es decir, permitir a las personas no sólo estar presentes en un entorno diferente del que lo rodea, pero también en “alguien más”.
Se ha observado así que asumir el papel (literalmente) de un tercero, quizás muy diferente de uno mismo (por ejemplo, de otro grupo étnico), reduce fuertemente la autocrítica, los prejuicios y modifica las actitudes interpersonales negativas (Peck et al. . 2013). De hecho, se ha demostrado cómo un avatar encarnado en realidad virtual puede hacer que las personas sean más altruistas. Por ejemplo, los participantes en un experimento encarnaron un avatar de Superman y los resultados mostraron que se sentían más útiles y más dispuestos a ayudar a otros después de esta experiencia (Rosenberg et al., 2013).
Pero, desde un punto de vista práctico, ¿cómo funciona todo esto? Un sistema, llamado TMTBA, combinado con el uso de un visor de realidad virtual, permite al usuario no sólo verse a sí mismo en el cuerpo de otra persona (llamado < i>performer), sino que activa una estimulación multisensorial (visual, cutánea, propioceptiva y auditiva) que induce una sensación muy realista de intercambio corporal (Oliveira et al. 2016). La perspectiva en primera persona se captura desde una cámara controlada. por los movimientos de la cabeza del usuario mostrando el torso, piernas y brazos del artista.
Para demostrar científicamente los efectos de esta técnica, el estudio de la Universitat de València comparó dos grupos de sujetos con diferentes trastornos psicológicos y en tratamiento psicoterapéutico: uno experimentó el TMTBA-VR del que hablamos, mientras que el otro grupo control estimulado con técnicas meditativas clásicas (audio).
Los datos empíricos del experimento indicaron una capacidad meditativa notablemente mayor por parte del grupo expuesto a TMTBA-VR, lo que permitió una mejor autocompasión que, a su vez, produjo una reducción de los trastornos psicológicos por los que padecían tratamiento.
Este estudio subraya una vez más el innumerable potencial terapéutico de la realidad virtual (utilizada sola o, como en este caso, combinada con otras técnicas) y confirma cómo esta línea, adecuadamente dirigida, es fructífera y presagia grandes oportunidades para aumentar cada vez más el bienestar psicológico. -ser de personas.
Referencias bibliográficas
Neff, K. D., and Dahm, K. A. (2015). “Self-Compassion: What it is, what it does, and how it relates to mindfulness,” in Handbook of Mindfulness and Self-Regulation, eds B. D. Ostafin, M. D. Robinson, and B. P. Meier (New York, NY: Springer), 121–140.
Neff, K. D. (2018). Setting the record straight about the Self-Compassion Scale. Mindfulness, 1–3.
Kirby, J., Tellegen, C., and Steindl, S. (2017). A meta-analysis of compassion-based interventions: current state of knowledge and future directions. Behav. Ther.48, 778–792. doi: 10.1016/j.beth.2017.06.003
Ausiàs Cebolla, Rocío Herrero, Sara Ventura, Marta Miragall, Miguel Bellosta-Batalla, Roberto Llorens and Rosa Ma Baños (2019). “Putting Oneself in the Body of Others: A Pilot Study on the Efficacy of an Embodied Virtual Reality System to Generate Self-Compassion”
Ehrsson, H. H. (2007). The experimental induction of out-of-body experiences. Science317:1048. doi: 10.1126/science.1142175
Peck, T. C., Seinfeld, S., Aglioti, S. M., and Slater, M. (2013). Putting yourself in the skin of a black avatar reduces implicit racial bias. Conscious. Cogn.22, 779–787. doi: 10.1016/j.concog.2013.04.016
Rosenberg, R. S., Baughman, S. L., and Bailenson, J. N. (2013). Virtual superheroes: using superpowers in virtual reality to encourage prosocial behavior. PLoS One8:e55003. doi: 10.1371/journal.pone.0055003
Oliveira, E. C. D., Bertrand, P., Lesur, M. E. R., Palomo, P., Demarzo, M., Cebolla, A., et al. (2016). “Virtual body swap: a new feasible tool to be explored in health and education,” in Proceedings of the XVIII Symposium on Virtual and Augmented Reality (SVR), Gramado, 81–89.