PSICOLOGÍA AUMENTADA: LAS BASES CIENTÍFICAS DEL MÉTODO INNOVADOR QUE UTILIZA LA REALIDAD VIRTUAL
AUGMENTED PSYCHOLOGY
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PSICOLOGÍA AUMENTADA: LAS BASES CIENTÍFICAS DEL MÉTODO INNOVADOR QUE UTILIZA LA REALIDAD VIRTUAL
El nacimiento de los nuevos medios y la difusión de las redes sociales han hecho que la tecnología esté cada vez más presente en la vida cotidiana de las personas. En poco tiempo, la tecnología ha pasado de ser una herramienta simple para facilitar el cálculo y la comunicación a ser el principal medio para expresarse, interactuar con otros y definirse como personas. Esta transformación tecnológica ha traído cambios significativos en la forma de comunicarse, relacionarse, trabajar y estudiar. Pero ¿cómo podemos hacer que esta revolución sirva para el bienestar de las personas? ¿Cómo podemos aprovechar la experiencia tecnológica para promover un cambio a nivel psicológico y social? Trascendiendo las perspectivas teóricas adoptadas por las diferentes escuelas de psicoterapia, el cambio generalmente implica un análisis de la experiencia (Wolfe, 2002). Al analizar las características de la experiencia que hemos construido a lo largo de nuestra vida, es posible revivir sus aspectos fundamentales, relacionales, emocionales, motivacionales, haciéndolos así disponibles para una revisión. Esta perspectiva, transversal a la mayoría de las psicoterapias, prevé dos enfoques para el cambio: de abajo hacia arriba (bottom-up) y de arriba hacia abajo (top-down). Según Safran y Greenberg (1991), el enfoque bottom-up parte del análisis de las percepciones y emociones específicas del individuo para luego llegar a un cambio más general de tipo conductual y conceptual. Mientras que el enfoque top-down consiste en el análisis de las creencias y el comportamiento del individuo para intervenir en él y luego influir en los aspectos emocionales implicados. Estos dos modelos de cambio sirven de marco para la intuición y el razonamiento. La intuición genera impresiones generalmente involuntarias e inconscientes, relacionadas con lo que vemos y pensamos, mientras que el razonamiento produce juicios generalmente explícitos e intencionales. La intuición y el razonamiento, cuando se combinan con la reflexión experiencial, generalmente llevan a la implementación de una serie de pasos, que incluyen una acción concreta, una reflexión sobre la acción (verificación del resultado), un aprendizaje provocado por la experiencia y la puesta en práctica de lo aprendido (metacognición).
¿Y si todo esto pudiera experimentarse dentro de una realidad simulada que acompañe al individuo en ese proceso de revisión de la experiencia, superando los límites físicos, económicos y sensoriales?
En la historia de la interacción hombre-computadora, uno de los elementos clave es hacer que la interacción sea lo más parecida posible a la que cada uno de nosotros establece en un contexto 'real'. La tecnología se convierte entonces en experiencia, donde el individuo como organismo, y por lo tanto también el cuerpo, es la principal interfaz con la que manipular la información disponible. La realidad virtual es sin duda la tecnología capaz de reproducir esas experiencias.
LA REALIDAD VIRTUAL
El término realidad virtual (RV) fue acuñado en 1989 por el genio informático Jaron Lanier, fundador de la primera industria de realidad virtual, la compañía VPL, de la cual es CEO. Lanier se ha dedicado al estudio de las tecnologías virtuales en todos sus aspectos, desde la programación informática hasta el lado comercial. Esta tecnología fue concebida inicialmente como una combinación de hardware y software capaz de crear entornos tridimensionales interactivos que simulen experiencias de la vida cotidiana (Riva, 2006; Schultheis & Rizzo, 2001). Existen muchas definiciones de realidad virtual, pero la más compartida por el panorama científico la considera un sistema de dispositivos informáticos capaces de generar un nuevo tipo de interacción hombre-computadora (Steuer, 1992; Ellis 1994). La realidad virtual ha revolucionado la experiencia mediática, haciendo que el sujeto sea protagonista de la escena, y no solo observador.
Dos son los conceptos clave relacionados con el uso y la implementación de la realidad virtual: el grado de inmersión y la presencia (Riva, Davide, & IJsselsteijn, 2003). Desde un punto de vista tecnológico, la inmersión define el grado (de no inmersivo a completamente inmersivo) con el que el usuario está aislado del mundo real cuando interactúa con entornos virtuales. Los entornos no inmersivos suelen experimentarse a través de la pantalla de un ordenador y la interacción con los objetos virtuales se realiza mediante el teclado y el ratón. Los sistemas completamente inmersivos implican un completo absorto sensorial de los usuarios en el mundo tridimensional generado por el ordenador, generalmente gracias a cascos (o visores) virtuales y sensores de posición (tracker). Son sistemas avanzados de seguimiento del cuerpo de los usuarios que permiten la sincronización entre los movimientos de los usuarios y los cambios correspondientes en los entornos virtuales (en tiempo real). Desde un punto de vista psicológico, el valor añadido de la realidad virtual respecto a otras experiencias sintéticas es la sensación de presencia, es decir, la sensación de “estar realmente allí” dentro del ambiente creado digitalmente que sustituye las percepciones reales (Riva, 2022). La sensación de presencia ofrecida por la realidad virtual la convierte en una excelente herramienta para la evaluación y el tratamiento de los trastornos psicológicos. Como explicó Riva, “utilizando el sentido de presencia inducido por la realidad virtual, es más fácil desarrollar nuevas experiencias informativas, realistas y creíbles sobre el mundo circundante y demostrar al individuo que lo que ha considerado como verdadero - por ejemplo, el equipo me desaprueba - en realidad es el resultado de su mente” (Riva, Baños, Botella, Mantovani y Gaggioli, 2016).
LA REALIDAD VIRTUAL Y LA MENTE PREDICTIVA
Nuestro conocimiento de la realidad proviene de la combinación de información sensorial (gusto, olfato, vista y oído) que nuestro cerebro recibe, actualiza y procesa. Según una teoría cognitiva reciente, nuestro cerebro ha aprendido a anticipar estos estímulos entrantes antes de que sean percibidos efectivamente. Los psicólogos cognitivos llaman a este proceso codificación predictiva: nuestro cerebro genera modelos del mundo que lo rodea para prever la explicación más plausible de lo que sucede. En cierto sentido, experimentamos el mundo que esperamos ver. Estos modelos o creencias se convierten entonces en predicciones de lo que debería ser experimentado en una situación dada, dando sentido a la experiencia. Luego, nuestro cerebro compara las predicciones que ha elaborado con la información sensorial que recibe, para verificar cualquier error de predicción, recurriendo a sus modelos internos para determinar las probables causas de esas diferencias. Esta comparación se traduce en errores de predicción que luego se utilizan para actualizar y revisar el modelo mental (Marshall et al., 2018). La codificación predictiva nos permite entonces organizar nuestra experiencia del mundo de la manera más eficiente posible. La información que poseemos y hemos acumulado con la experiencia se convierte en parte de un conjunto de percepciones que aplicamos automáticamente para construir una idea de lo que está sucediendo (Pianzola et al., 2020).
La realidad virtual funciona de manera similar: genera un mundo simulado que intenta predecir las consecuencias sensoriales de los movimientos del usuario mostrando la misma escena que vería en el mundo real. Para lograrlo, la realidad virtual, al igual que el cerebro, utiliza un modelo de simulación del cuerpo y del espacio que lo rodea (Riva et al., 2018; Riva et al., 2020).
Cuanto más se asemeje el modelo predictivo de la realidad virtual al del cerebro, más presente se sentirá el individuo en el mundo virtual. Al igual que nuestro cerebro, el sistema de realidad virtual recibe información sobre las acciones del usuario, que se integran y actualizan en tiempo real por la computadora para construir un mundo tridimensional dinámico, que luego se devuelve al sujeto a través de sofisticados dispositivos de consumo de información. En cierto sentido, la RV puede engañar a nuestro cerebro proporcionándole información sensorial que proviene de un entorno generado por computadora. En particular, a través de sistemas inmersivos, se pueden alterar de manera rápida y directa los procesos cognitivos relacionados con el cuerpo y la identidad de los sujetos (Riva et al., 2018).
Son numerosos los estudios que han demostrado la eficacia de enfoques terapéuticos integrados con la RV para el tratamiento de diversos trastornos como los trastornos alimentarios, los trastornos sexuales y la distracción del dolor.
Por ejemplo, en el dolor agudo, la realidad virtual es capaz de alterar el sistema de predicción del paciente haciéndole creer que ya no está dentro de su propio cuerpo. En las patologías con alteración de la percepción del cuerpo, como los trastornos alimentarios, la realidad virtual es una excelente herramienta para que los pacientes experimenten un cuerpo alternativo, virtual, al que pueden cambiarle las dimensiones corporales. Estudios recientes, aplicados a pacientes con diagnóstico de obesidad y anorexia nerviosa, han demostrado la eficacia clínica de este enfoque en la reducción del error perceptivo (Fonseca-Baeza et al., 2018; Malighetti et al., 2021; Malighetti, 2016; Serino et al., 2019; Serino et al., 2016). Estos son solo algunos ejemplos de las potencialidades de las intervenciones virtuales para el tratamiento de los trastornos mentales (Bouchard, 2019; Slater et al., 2010).
Podemos afirmar entonces que la realidad virtual no solo nos estimula a pensar en un cambio, sino que nos permite llevarlo a cabo mediante la comprensión de cuál es el problema y luego llevándonos a experimentar las soluciones para superarlo. Finalmente, gracias a la capacidad de simular los sistemas predictivos de nuestra mente, la realidad virtual permite dar un paso más hacia el cambio terapéutico, permitiendo al usuario adoptar una perspectiva alternativa y propositiva sobre sí mismo, llevándola a cabo y encarnándola. Desde esta perspectiva, la realidad virtual se convierte en una tecnología experiencial y transformadora.
LA EXPERIENCIA TRANSFORMADORA
El mecanismo de simulación que une mente y realidad virtual convierte a esta tecnología en una verdadera experiencia transformadora capaz de aumentar y enriquecer nuestra experiencia, interviniendo en las dimensiones sensoriales, cognitivas y emocionales que la caracterizan (Gaggioli, 2015).
La realidad virtual es capaz de generar experiencias transformadoras que inducen una nueva conciencia en el sujeto, acompañándolo en una revisión y reestructuración del sistema de creencias y valores (Gaggioli et al., 2019). Esta tecnología permite experimentar y vivir “mundos posibles infinitos” en los que se puede volar, convertirse en otra persona, como Freud (Osimo et al., 2015) o Albert Einstein (Banakou, Kishore & Slater, 2018), o verse envuelto en una experiencia emocional que induzca un cambio (Chirico et al., 2018). Las experiencias emocionales generadas por la experiencia en realidad virtual son esenciales en el proceso de transformación, porque permiten al usuario desarrollar una nueva conciencia del contexto físico y social en el que está inserto y construir nuevos significados. Es en el uso transformador de la realidad virtual que promueve experiencias de catarsis emocional dirigidas a un cambio profundo donde se inserta la Psicología Aumentada. Se trata de un innovador modelo de integración de la realidad virtual en la psicología, basado en las últimas fronteras de la investigación psicológica y que emplea experiencias inmersivas como verdaderas narraciones virtuales aplicables en el ámbito psicológico y psicoterapéutico para facilitar el proceso de cambio. A través de las experiencias inmersivas, el paciente es el protagonista de la escena y vive en primera persona relatos transformadores con contenido metafórico - como un barco que supera la tormenta, una montaña por escalar o el encuentro con un dragón - que se convierten en una rica fuente de intuiciones y perturbaciones, que pueden ser reelaboradas con el psicólogo/psicoterapeuta, con el fin de extender y amplificar la experiencia terapéutica.
La Psicología Aumentada tiene múltiples aplicaciones además de la terapia psicológica más tradicional. En el próximo artículo las trataremos en detalle, junto con las modalidades de esta innovadora práctica psicológica.
Bibliografía
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