ADOLESCENTES Y ALIANZA TERAPÉUTICA A TRAVÉS DE LA REALIDAD VIRTUAL
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ADOLESCENTES Y ALIANZA TERAPÉUTICA A TRAVÉS DE LA REALIDAD VIRTUAL
Tu mi tratti siempre como un niño” Dijo de repente Agustín, ni siquiera él sabía por qué. La madre rió y le acarició una mejilla. “Bueno, de ahora en adelante te trataré como un hombre…” […] Pero no era un hombre; y pasaría mucho tiempo infeliz antes de que lo fuera. (Moravia, Obras)
LA ALIANZA TERAPÉUTICA
El concepto de “alianza terapéutica” surge casi al mismo tiempo que la psicoterapia. Freud inicialmente concibe la relación con el paciente como vehículo de transferencia y como tal, como un elemento puro de análisis por parte del terapeuta. En sus últimos escritos parece haber modificado esta concepción, reconociendo en la relación creada entre paciente y terapeuta la posibilidad de un vínculo beneficioso y arraigado en la realidad, que haría posible la curación (1). El concepto de alianza se articula posteriormente con el trabajo de varios autores como Zetzel (1956) y Greenson (1965), quien acuña el término “working alliance”, uno de los sinónimos utilizados hoy en día para indicar la alianza terapéutica.
En general, varias investigaciones en diferentes enfoques han mostrado una relación positiva entre una buena alianza terapéutica y el resultado positivo de la terapia, subrayando la importancia del constructo (1). Varios estudios se han centrado en el papel de la alianza terapéutica en el curso de la psicoterapia observando relaciones entre el éxito de esta última y la solidez de la alianza. En general, una buena alianza terapéutica debería llevar a cambios conductuales en el modelo cognitivo-conductual (4). En la terapia familiar, esto ocurre especialmente cuando están involucrados los niños (Chu & Kendall, 2004). Además, una buena alianza mejora la experiencia terapéutica, la participación y la aceptación de esta (4).
LA ALIANZA TERAPÉUTICA CON LOS ADOLESCENTES
La terapia con niños y adolescentes puede ser más compleja por diversas razones. Los niños y jóvenes, a menudo incluidos en terapias familiares, casi nunca eligen el tratamiento por su propia voluntad y no son conscientes de sus propios problemas (2). Los adolescentes de hoy, además, se valen de la etiqueta de “nativos digitales” (Prenksy, 2001). El término indica la generación de aquellos que han nacido y crecido en correspondencia con la difusión de las nuevas tecnologías informáticas, viviendo así en una especie de estado permanente de inmersión y dependencia tecnológica (Prenksy, 2008). La toma de conciencia del impacto de las tecnologías en el desarrollo de los más jóvenes ha desencadenado un gran debate sobre el tema, con diversas repercusiones en el ámbito escolar y organizativo, ya que el mismo autor ha reconsiderado el tema del aprendizaje a la luz de su teoría (3). Incluso la psicoterapia podría dar grandes pasos adelante sobre el tema, revisando la concepción de terapia, acercándose a los temas de las nuevas tecnologías tan appealing e intrínsecas a la vida de los jóvenes.
REALIDAD VIRTUAL Y ALIANZA TERAPÉUTICA CON LOS ADOLESCENTES
Las intervenciones psicológicas con Realidad Virtual muestran promesas considerable, permitiendo a los pacientes comprometerse en adaptaciones nuevas, altamente interactivas y eficaces en comparación con las intervenciones vis-à-vis “tradicionales”. Parecen entonces estar en línea con la idea de “nativo digital”, ya que la tecnología es intrínseca a la terapia y, aunque existen límites que delinean el momento en que se usa, esta se inserta continuamente dentro del proceso terapéutico. La Realidad Virtual podría ser una manera de comunicarse con los adolescentes a través de un lenguaje atractivo, moderno, tecnológico. El terapeuta que la utiliza, reduciría las distancias con el mundo del nativo digital al ser usuario del mismo lenguaje, como si ambos hablaran el mismo idioma, o al menos se entendieran mutuamente. El uso de una herramienta tan appealing podría mejorar así la calidad de la alianza terapéutica con el psicoterapeuta, sentando así las bases para reestructuraciones cognitivas y cambios comportamentales. De hecho, como dice Riva (2005):
“Creando un ambiente sintético en el que el paciente pueda sentirse más seguro, la Realidad Virtual puede permitir al paciente expresar pensamientos y sentimientos que de otro modo serían demasiado difíciles de discutir, aumentando así el nivel de proximidad entre el paciente y el terapeuta. Al usar la Realidad Virtual de esta manera, es más probable que el paciente no solo adquiera conciencia de su necesidad de hacer algo para crear cambios, sino también experimente un mayor sentido de eficacia personal” (5).
(1) Horvath, A. O., & Luborsky, L. (1993). The role of the therapeutic alliance in psychotherapy. Journal of consulting and clinical psychology, 61(4), 561.
(2) DiGiuseppe, R., Linscott, J., & Jilton, R. (1996). Developing the therapeutic alliance in child — adolescent psychotherapy. Applied and Preventive Psychology, 5(2), 85–100.
(3) Selwyn, N. (2009, July). The digital native–myth and reality. In Aslib proceedings(Vol. 61, №4, pp. 364–379). Emerald Group Publishing Limited.
(4) Kazdin, A. E., Marciano, P. L., & Whitley, M. K. (2005). The therapeutic alliance in cognitive-behavioral treatment of children referred for oppositional, aggressive, and antisocial behavior. Journal of consulting and clinical psychology, 73(4), 726.
(5) Riva, G. (2005). Virtual reality in psychotherapy. Cyberpsychology & behavior, 8(3), 220–230.